lunes, 7 de mayo de 2012

UN SALUDO PARA EL CIELO




Tengo un hijo sin parirlo
que es todo para mi
es mi alegría y mi pena
es mi razón de vivir
hoy dedico este recuerdo
a una sencilla mujer
que se fue temprano al cielo
sin ver su hijo crecer.
Su hijo aunque muy pequeño
aun conserva en su memoria
muchos pequeños detalles
y un pañuelillo de novia.
De su madre es el pañuelo
y lo tiene muy cuidado
y una piedra con su nombre
en un estuche guardo.

Y se pone ha hablarme de ella
y a mi se me abren las carnes
cuando veo con la ternura
que me habla de su madre.
La pobre se fue muy joven
yo de corazón lo siento
siempre la tengo presente
al rezar cuando me acuesto.
Asomarte amiga mía
a la ventana del cielo
y no dejes de velar
por el hijo que tenemos.
Por circunstancias especiales
nos necesita a las dos
a mi para que lo cuide
y a ti para que intercedas
por nuestro hijo ante dios.

2 comentarios:

  1. Extraordinaria poesia, enhorabuena Pepa, por haber plasmado de una forma tan bonita ,la historia de tí, junto a tú hijo. Un abrazo Ana.

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  2. Enhorabuena Pepa, por la historia tan bonita que describes con tús poemas. Un abrazo Ana.

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